"Bacon es autor de Novum Organum, que es una crítica al Organum aristotélico. Para Aristóteles, la ciencia era un conocimiento teórico, es decir, tenía como meta la contemplación de la verdad, y la ciencia debía utilizar el método inductivo (a partir de observaciones particulares llegamos a leyes generales)
Para Bacon, por el contrario, la ciencia no es teoría, sino que es praxis (acción): el objetivo de la ciencia no es la contemplación de la naturaleza, sino su dominio. Para Bacon el método científico no debe ser deductivo, sino inductivo, es decir, desde la observación de los seres concretos se formulan las leyes generales.
El inicio de la reflexión científica consiste en evitar los prejuicios, a los que Bacon llamará Ídolos (Las reglas del método de Descartes van a buscar lo mismo). Para Bacon existen cuatro tipos de Ídolos: Ídolos de la tribu: se refieren a las costumbres de la humanidad, que tiende a dar crédito a las cosas que nos favorecen y rechazar aquello que nos perjudica.
Ídolos de la caverna: son prejuicios que vienen de la educación y del carácter propio.
Ídolos de la plaza pública: son los errores que van unidos al lenguaje. Estamos inclinados a creer que entre las palabras y la realidad existe una correspondencia exacta.
Ídolos del Teatro: se refieren a los errores que provocan en nosotros la devoción a la autoridad. Este cuarto ídolo es el más significativo, pues supone la ruptura definitiva con la Edad Media y con el criterio de autoridad. Ni los filósofos de la antigüedad, ni la Iglesia tienen la última palabra sobre ningún tema. La razón es autónoma y puede llegar por sí misma a la verdad. Esta misma idea es el trasfondo del método cartesiano."
Comentario:
Bacon fue un filósofo que mantuvo una
postura crítica con el 'Organum' aristotélico, pues en
contraposición a este modelo, Bacon defendía que la ciencia no es
teoría sino praxis, es decir, que el objetivo de la ciencia no es la
contemplación de la naturaleza sino su dominio y que el método
científico empleado debe ser inductivo, esto es que desde la
observación de los seres concretos se formulen las leyes generales.
Bacon desarrolla la reflexión
científica que consiste en evitar prejuicios (ídolos). Según él
existían cuatro tipos:
Ídolos de la tribu: Se refieren a
costumbres de la humanidad.
Ídolos de la caverna: Prejuicios
que vienen de la educación.
Ídolos del plaza pública: Son
errores que van unidos al lenguaje.
Ídolos del teatro:Errores que
provocan en nosotros la devoción a la autoridad. Este ídolo supone
la ruptura definitiva con la Edad Media, ya que ni los filósofos ni
la iglesia tienen la última palabra.
Podemos concluir con que la razón es
autónoma y puede llegar por sí misma a la verdad.