A continuación vamos a redactar las principales similitudes entre dos etapas históricas esenciales para la humanidad: la ilustración y la sociedad del conocimiento. En ambos periodos observamos una predilección generalizada por la meritocracia, esto es, el gobierno de los mejores. Se apuesta por los mas cualificados y preparados para que lleven las riendas de la política y encabecen los cambios sociales y políticos. Se promueve una educación y una razón secularizadas, es decir, al margen de la religión cuyo campo de influencia se restringe a determinadas áreas concretándose mediante una serie de conceptos, estos son: ateo, agnóstico, deísta y teísta.
Al igual que en la sociedad del
conocimiento, en este periodo se apuesta por la razón y el
desarrollo científico como claves pata lograr el progreso, y así,
el bienestar de la sociedad en lugar de conformarse y limitarse a
culpar de sus males a la voluntad divina. De esta manera se hacen
dueños de su destino con la esperanza de conseguir una vida mejor y
una sociedad más avanzada. Para ello deberán impulsar la
transmisión del conocimiento a todas las áreas y ámbitos sociales
mediante la Enciclopedia, que recoge estos siguiendo un orden
alfabético, facilitando así su consulta. Esto es comparable con la
actualidad donde la creación de internet nos permite acceder a
cualquier tipo de información de manera instantánea y fácil, hecho
que se considera fundamental tanto ahora como en el siglo XVIII.
En este periodo también se pretende
hacer factible una educación universal, lo que actualmente conocemos
como la educación obligatoria, pues es indispensable para huir de
los males que acarrea una sociedad analfabeta y fácil de manipular
ya que el conocimiento permite encender las luces de la razón que
ahuyenta a la oscuridad que sería los prejuicios y las
supersticiones.
Asimismo, la aspiración de numerosos
burgueses durante el siglo XVIII de poder acceder a la política y
poseer los mismos derechos y libertades que los privilegiados
mediante la defensa de los principios de soberanía nacional,
división de poderes,... se ve hecho realidad en la actualidad donde
cualquier persona sea cual sea su procedencia tiene las mismas
oportunidades que una persona de alta cuna o con gran influencia y
poder económico. A su vez en esta época también asistimos a la
culminación de uno de los principios enunciados durante la
Revolución Francesa: la fraternidad, que en la actualidad se
correspondería con la solidaridad, un factor determinante para
comprender el Estado de Bienestar instaurado en todas las democracias
europeas muchas de las cuales, integradas dentro de la Unión
Europea, van mucho mas allá y emprenden un camino hacia la
globalización donde las fronteras van perdiendo importancia frente a
la contemplación de instaurar una serie de derechos, libertades y
leyes comunes para todos los europeos, que regulen nuestras
sociedades, al igual que la Declaración de Derechos Humanos que ya
gozamos en Europa y está vigente en todo el mundo desde la segunda
guerra mundial.