La filosofía de Descartes toma ideas de autores posteriores a él en una
época en la que se empieza a desafiar la autoridad eclesiástica y
empiezan a aparecer, rápidamente, muchas Universidades por toda Europa
que se separan de la educación en los monasterios y conventos. Todo ello
sienta las bases del conocimiento científico, que comienza con Galileo,
Ockham, Bacon,…
Toma ideas, sobre todo, de Galileo: la fe en el método para revelar los
secretos de la Naturaleza o las estructuras deductivas de las matemáticas.
También en Bacon: critica el peso de la tradición filosófica y de las
creencias religiosas. Sin embargo, el Racionalismo de Descartes es
bastante parecido al Idealismo de Platón, ya que le conceden bastante
importancia a los sentidos. Aunque la principal diferencia es que
Descartes llega a las ideas (objetos del conocimiento) con las
evidencias de las matemáticas y del sentido común.
Así esta filosofía “moderna” se basa en la preocupación por el método y
por las matemáticas (al igual que Galileo). El método racionalista va a
consistir en aceptar verdades que sean irrefutables y, a partir de
ellas, llegar a otras verdades utilizando la razón haciendo que la
matemática se pliegue siguiendo las exigencias del nuevo método.
Esta deducción racional logra aplicar la razón en procesos demostrativos matemáticos con:
· - La Regla de Análisis: divide cada una de las partes a examinar para una mejor comprensión global.
· - La Regla de la Síntesis: Para llegar a la razón es
necesario comenzar observando las realidades más sencillas hasta ser
capaz de llegar a el conocimiento más complicado (Intuición deductiva).
· - La Regla de enumeración: con la memoria se intenta relacionar todo lo deducido.
De esta manera, se forma un único movimiento deductivo que afirma la autonomía de la razón frente a la propia fe.
Para Descartes, existen dos tipos de realidades sustanciales: la
sustancia extensa (res extensa) y la sustancia pensante (res cogitans).
En esta última, relacionada con el pensamiento, existen tres ideas:
· -Las ideas adventicias: que provienen de la
experiencia, interna o externa. Esta última se refiere a realidades
existentes, mientras que las internas se refieren a todo tipo de
sensaciones que provienen de nuestro propio cuerpo, y no son una fuente
irrefutable de conocimiento.
· -Las ideas facticias: combinación de ideas adventicias, sin ninguna prueba de que sean reales.
· - Las ideas innatas: que existen en nuestro pensamiento
pero no provienen de la experiencia sino de la combinación de ideas, a partir de las cuales se construyen las bases de nuestro
propio pensamiento. (Dios o res infinita)
Con todo esto, Descartes busca una verdad incuestionable en la que
fundamentar su filosofía, apareciendo así la duda universal o duda
metódica, basada en tres niveles: los sentidos que nos pueden engañar y
conducir al error, los sueños como experiencia interna, y el genio
maligno como duda a las propias matemáticas.
A pesar de todo, Descartes llega a la conclusión de que no podemos dudar
de nuestro propio pensamiento: “pienso, luego existo.” y que las
matemáticas están además al margen de cualquier duda, ya que cumplen el
criterio de verdad, no obstante, tendrá que recurrir a la existencia de
Dios para fundamentar la cohesión entre las ideas y los objetos.
(Argumento ontológico)
Así, forma a Dios como aquella sustancia que no necesita más que ella misma para existir, y, por lo tanto, las demás sustancias son
producto de ella.
De esta idea la nace la teoría del mecanicismo, según la cuál, todo está
compuesto por materia y movimiento, ambos dirigidos por Dios. Este le
da movimiento a los objetos, que permanecerán constantes (leyes de la
física), chocando entre sí y formando los diferentes cuerpos, como el
ser humano. Está compuesto, de esta manera, por la sustancia pensante y
la sustancia existente, ambas independientes pero relacionadas, formando
la realidad dual.
En este momento entra en juego el problema de libertad, ya que al estar
formados por sustancias que proceden en sí de Dios, ¿Existe el libre
albedrío? Para Descartes la posibilidad de dudar (duda metódica)
presupone la libertad, ya que si no fuéramos libres de pensar no
existiría la posibilidad de existencia de esa duda.
Para finalizar su pensamiento, Descartes cree que al alcanzar el nivel
máximo de sabiduría con la verdad, y la razón y virtud en sí, entonces
podremos alcanzar la felicidad, ya que tendremos un conocimiento en el
basar nuestras acciones.